1. Técnica del disco rayado para mejorar tu asertividad
Mantén tu punto de vista o tu opinión imperturbable, por mucho que el interlocutor intente llevarte a su terreno. Es fundamental que te mantengas tranquilo, sin cambios en la voz o en tu discurso. Para reconducir la dirección de la conversación provéete de muletillas como “si, pero…” “estoy de acuerdo, pero….” “Si, pero yo decía….” evita las trampas verbales y conseguirás tu objetivo.
2. Técnica del compromiso viable para mejorar tu asertividad
Cuando hay un enfrentamiento de posturas y el “perder” no se hace aconsejable. De esta manera antes que perder, dale un margen de maniobra al interlocutor, de tal manera que sea consciente de las pérdidas que puede acarrearle la discusión y de esta manera llegar a un acuerdo ambos cediendo en algunas partes.
3. Técnica del Fogging o “Banco de niebla”
Esta técnica de asertividad, consiste en ceder aparentemente terreno, pero sin hacerlo realmente. Procura no negar lo que dice el interlocutor, pero tampoco le ataques. Puedes estar de acuerdo en parte, lo que te permite aceptar opiniones de otros sin compartirlas. Es muy eficaz en casos de manipulación abierta, pero no debes usarla muy a menudo porque perderá eficacia.
4. Técnica de la pregunta asertiva
Cuando estas siendo criticado por el interlocutor, ésta técnica de asertividad te otorgará ventaja. Básicamente lo que tienes que hacer es incitarle a que te critique para obtener más información, para saber si la crítica es constructiva, o por el contrario manipulativa. De esta manera consigues “desarmarle”, sabiendo si la persona pretende un ataque personal, consiguiendo además que se replantee si su crítica es objetiva.
5. Técnica del quebrantamiento del proceso
Si la conversación empieza a ir por derroteros que pueden llevar a la agresividad o la descalificación, es el momento de utilizar esta técnica de asertividad. El objetivo consiste en romper con la espiral de agresividad que genera el interlocutor. Contesta a la provocación con monosílabos; “si…” “quizá…” “no…”
6. Técnica del procesamiento del cambio
Esta técnica de asertividad consiste en desviar el foco de atención. Desplaza el tema para ver qué es lo que ocurre realmente entre el interlocutor y tú.
7. Técnica del aplazamiento asertivo
Utiliza esta técnica de asertividad cuando veas que estás a punto de perder el control de la situación. Si no eres capaz de mantener un tono de voz moderado, o crees que vas a entrar en descalificativos con la otra persona, lo mejor es el aplazamiento asertivo. Gana tiempo para poder responder de una manera inteligente y competente.
8. Técnica de la “XYZ + R” para mejorar tu asertividad
Esta técnica de asertividad, desarrollada por las psicólogas Bach y Forés, sintetiza en una fórmula la esencia del comportamiento asertivo.
Muchas veces la mejor técnica consiste en expresar, de una manera asertiva, que es lo que sentimos ante la actuación del otro, pero no limitarnos sólo a una crítica destructiva. Para convertirla en constructiva, explicaremos como nos hace sentir su comportamiento y además nos comprometeremos a mejorar también el nuestro, de manera que intentaremos que no vuelva a ocurrir esta situación en el futuro.
“Cuando haces o dices X, me siento Y, y me hubiese gustado que hicieses Z. Además, podemos incorporar a la ecuación la R, por mi parte me comprometo a…”
X “Cuando haces o dices…” Procura que al exponer lo que te ha molestado o herido hables del comportamiento y no de la persona. Intenta no utilizar palabras como “nunca” o “siempre” y juzga la conducta de una manera objetiva.
Y” Me siento…” es importante hacerlo sin dramatizar, y también deja que la persona te explique cómo se ha sentido ella ante esa misma conducta. Evita los juicios de valor y céntrate en el sentimiento que te ha producido.
Z “Me hubiese gustado que…” a este paso ya nos cuesta más llegar. Habitualmente nos centramos en la X y en la Y, no dando la oportunidad al interlocutor de saber qué es lo que nos hubiese gustado a nosotros. Nos centramos en la crítica y no vemos más allá, provocando que la misma situación se repita en el futuro. Si proponemos una alternativa de cambio, nos acercaremos más a la solución del problema.
R “Por mi parte me comprometo a…” el gran olvidado en las confrontaciones. Puede parecer que cedemos terreno al comprometernos a R, sin darnos cuenta que los primeros beneficiados vamos a ser nosotros. Es un ejercicio de autocrítica, y muchas veces nos cuesta hacerlo. Si lo conseguimos, adquiriremos responsabilidad ante la situación y aprenderemos a poner un poquito más de nuestra parte.
¿Lo ponemos en práctica?
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