Hablamos de la Alta Sensibilidad si una persona tiene su sistema nervioso más fino, más desarrollado que la mayoría de la gente. Esto tiene como consecuencia que esa persona recibe relativamente mucha más información sensorial a la vez que alguien con una mediana sensibilidad. La Alta Sensibilidad es un rasgo hereditario que afecta a dos de cada diez personas, hombres y mujeres igual.
La investigación reciente de la Dra. Elaine Aron la llevó a distinguir cuatro pilares, cuatro características esenciales, que una PAS debe reflejar:
- Reflexionar de manera profunda sobre la información recibida,
- La tendencia de sobre-estimularse o de saturarse
- Una fuerte emocionalidad ligada a una gran capacidad empática
- Una elevada sensibilidad sensorial especialmente en cuanto a «sutilezas»
La persona que se reconoce en estos cuatro pilares (no puede faltar ni uno) se puede considerar una PAS y es probable que se reconoce en la mayoría de las siguientes facetas:
La persona altamente sensible se suele sentir:
- Afectada por luces brillantes, olores fuertes y ruido en general
- Abrumada por un exceso de trabajo y masas de gente
- Insegura y tímida
- Conmovida por las artes y la naturaleza
- Dolida por el sufrimiento ajeno
- Llamada a ayudar a los necesitados
La persona altamente sensible suele tener:
- Una gran facilidad para enamorarse
- El umbral de dolor bastante bajo
- Dificultad para mantener sus límites personales y para decir “no”
- Tendencias perfeccionistas
- Dificultades con el manejo de situaciones estresantes
- La capacidad de detectar sutilidades en el ambiente
Ser PAS no es:
- Tener altas capacidades: Existe la tendencia a confundir el rasgo de la alta sensibilidad con las altas capacidades. No es lo mismo, ya que la mayoría de las PAS, o sea, los millones que se ven reflejados en los cuatro pilares básicos, no entraría en la categoría de las altas capacidades. A lo mejor la cosa es válida al revés, o sea, podría ser que todas las personas con altas capacidades fueran PAS, pero no lo sabemos y no consta en las investigaciones de Aron. Digamos pues que, aunque habrá mucha gente con altas capacidades que es altamente sensible, para nada es un requisito para poder cualificar a alguien como PAS.
- Sufrir alguna enfermedad de tipo autoinmune: No hace falta ser PAS para padecer una de estas enfermedades, de la misma manera que no todas las PAS se pondrán enfermas. Si no existe un componente genético que justifique la aparición de una determinada enfermedad, ésta no aparecerá. Eso sí: si eres PAS y si no observas «las reglas del juego» (desconexión, estrés mínimo, comer bien, dormir lo suficiente, límites, etc) existe la posibilidad que el cuerpo se resienta y enferme, igual que cualquier otra persona -PAS o no- que no lleve una vida saludable.
- Ser introvertido: Que quede claro: aunque la mayoría de las PAS tiende a tener un carácter más bien introvertido, un 30% de ellas tiene una predisposición extrovertida. Mientras parece lógico que las introvertidas necesiten tiempo de desconexión por saturación, a lo mejor puede asombrar que a las extrovertidas les pasa exactamente lo mismo, a veces incluso antes y de una manera más intensa. El tema de la introversión/extroversión, que en su día fue descubierto por Jung, es otra cosa y no puede ser confundida con el rasgo.
- Ser «espiritual» o ser «vidente»: Existe una creciente corriente que confunde la AS (Alta Sensibilidad) con ese concepto tan difuso y amplio de la «espiritualidad» y, también, con distintos grados de videncia. Mientras que la «sensibilidad de cara a sutilidades» forma parte del paquete PAS, la videncia es otra cosa que NO forma parte del rasgo. No todas las PAS tienen la capacidad de ver espíritus o ángeles, de canalizar, de ser telepáticos, de escuchar voces, de saber decir de dónde viene una persona y qué es lo que el futuro le depara. No todas las PAS practican Reiki o piensen según las ideas de la nueva era. Para nada. Una cosa NO tiene que ver con otra. Es más, a Elaine Aron le preocupa muchísimo la supuesta conexión entre el rasgo de la alta sensibilidad y todo que se viene asociando con la nueva era ya que en su mayoría se trata de temas que no están científicamente comprobados, lo cual puede dañar mucho la seriedad del rasgo, el cual sí tiene comprobación científica. No todas las PAS son vegetarianas o veganas, no todas las PAS se alejan del «mal» por no poder soportarlo; es más, justamente hay muchas que viven situaciones límite entrando en la boca del lobo y luchando por una mayor justicia, igualdad y libertad.
- Ser susceptible: Existe una corriente que insiste en esta idea equivocada, principalmente mantenida en personas que son PAS y se avergüenzan de serlo, o en personas que no lo son y que no entienden de qué se trata.
- Tener un trastorno: La línea entre el rasgo de la AS y ciertos trastornos es muy fina. Ten claro que la AS es un rasgo, no es un trastorno. No todas las personas con un diagnóstico de un trastorno del tipo que sea son PAS, y no hace falta ser PAS para desarrollar un trastorno de la personalidad. Por eso es tan importante observar que, para poder cualificar como PAS, la persona se ve reflejada en la totalidad de los 4 pilares del primer punto. Es imprescindible.
Para muchos ser tan sensible es más bien una característica irritante que complica la vida. Es posible que te sientes “bicho raro” y que tienes la sensación de no encajar. Puede ser que crees que eres el único que es como eres, y no serás el primero que ha hecho alguna terapia con el deseo de cambiar.
Desde que, en los últimos años del siglo pasado, la psicóloga Americana Elaine Aron descubriera que de cada diez personas, dos son considerablemente más sensibles que los restantes ocho, el concepto como tal ha ido ganando reconocimiento.
Quizás lo más importante es saber que, como se trata de un rasgo, no se puede hablar de una cura. La alta sensibildad por lo tanto, no es algo que se puede curar. Tú mismo puedes hacer muchas cosas para encauzar esa sensibilidad. Aparte de aprender sobre el rasgo y aceptarlo, puedes aprender maneras para cuidarte mejor, teniendo en cuenta una serie de cosas que hacen que el mundo exterior te afecte menos. No te harás menos sensible, pero sí ganarás un mayor equilibrio emocional que te hará más fuerte.
A través del aprendizaje sobre la Alta Sensibilidad puedes descubrir y llegar a entender quién eres y cómo funcionas, requerimientos esenciales si quieres sentirte equilibrado y feliz.
Un siguiente paso puede ser la decisión de contratar unas sesiones de coaching personal enfocado en la Alta Sensibilidad. Trabajar con una coach certificada, alguien que encima es “PAS” y que gracias a esto te entiende, hará que el camino se hace más fácil de andar.
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