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La contracción del cerebro es uno de los síntomas del deterioro cognitivo ligero, que a menudo conduce a la demencia. Algunos investigadores dicen que esto podría ser el primer paso para encontrar una manera de retrasar la aparición del Alzheimer. Los expertos dijeron que estos hallazgos son importantes, pero que se necesita más investigación.

Según el Dr. Michael Greger (EEUU), cuando llegamos a los 70 años, el 20% de la población sufre dificultades cognitivas. En los siguientes 5 años, la mitad suele progresar hacia la demencia o la muerte. La buena noticia es que esta evolución se puede evitar. ¡Puede ser ralentizada e incluso detenida!

El Alzheimer es una de las enfermedades para las que todavía no hay un tratamiento eficaz. Afortunadamente, puede ser prevenido con medidas simples y eficaces. Y cuanto antes se comienza, mejor es el resultado.

Proteger el cerebro

Durante muchos años, los estudios han demostrado una correlación entre los niveles de homocisteína en la sangre y el deterioro cognitivo. Cuanto mayor es la tasa, mayor es el riesgo de deterioro. Nuestro cuerpo es capaz de neutralizar la homocisteína. Pero para ello, requiere 3 vitaminas: B6, B12 y folatos.

Varios estudios muestran que la toma de estas 3 vitaminas puede reducir la atrofia cerebral hasta 7 veces. ¿Dónde están estas 3 vitaminas y qué cantidad hay que tomar? Para la mayoría de las personas que tienen una alimentación basada en animales (carne, aves o pescado), sus niveles de vitamina B6 y B12 son probablemente suficientes, pero ciertamente carecen de folatos, los cuales provienen de las plantas (frutas, verduras y legumbres).

Por ejemplo, se sabe que en Suiza, el 60% de la población consume hasta 2 porciones de fruta y verdura al día. Por lo tanto, tendrán que realizar una modificación en su dieta. O tomar una suplementación. En cambio, los veganos consumen suficiente folato, pero debido a que las vitaminas B6 y B12 se encuentran en los animales, a menudo pueden presentar carencias que sólo se podrían remediar mediante la suplementación.

Sabiendo que un nivel de homocisteína superior a 14 micro moles por litro duplica el riesgo, el primer paso es conocer primero nuestra tasa, para averiguar si estamos en riesgo. Un simple análisis de sangre es suficiente. Luego, de acuerdo con su médico y en relación a su valor, se trata de modificar la dieta (más frutas y verduras, legumbres o suplementos) y volver a medir la tasa en un plazo de tres meses para ver la evolución.

Según Life Extension Foundation, el valor considerado ideal es inferior a 8 micro moles por litro. Hay que saber también que al bajar el nivel de homocisteína, se mata a dos pájaros de un tiro, pues se reduce el riesgo de enfermedad de Alzheimer y también se reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, la principal causa de muerte hoy en día en los países desarrollados.

Sin embargo, los expertos aconsejan no ingerir más vitamina B de los niveles recomendados a la luz de estos hallazgos.

Chris Kennard, presidente del Consejo de Investigación Médica y de la Junta de Neurociencias y Salud Mental, dijo: «Tenemos que ser cautelosos al recomendar los suplementos como la vitamina B, ya que hay riesgos de salud separados si se toma en altas dosis.

«Se requiere más investigación antes de poder recomendar el suplemento para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer».

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