En los últimos años se ha registrado en jóvenes un incremento preocupante del llamado síndrome del aislamiento social. Este fenómeno está caracterizado por la reclusión y la soledad voluntarias. Por eso, estas personas buscan el confinamiento extremo, ya que perciben el mundo exterior como hostil, violento y agresivo.
Este síndrome originalmente fue conocido con el nombre de Hikikomori que, en japonés, significa estar confinado. Fue acuñado por el psiquiatra nipón Tamaki Saito en el año 2000. Este doctor lo definió como una nueva enfermedad social basada en la autoreclusión intencional durante un período de al menos 6 meses de duración. La mayor parte de las veces afecta a jóvenes adultos que no tienen ninguna clase de relación social o de actividad educativa o laboral.
Característica principal: el aislamiento social
La persona que padece Hikikomori trata de evitar cualquier tener contacto con el exterior, su temor a abandonar su entorno de seguridad o zona de confort es muy grande. Para ello, se sumerge en un completo aislamiento social: se encierra largos períodos en una habitación de su casa. La principal razón para no salir se debe a su profundo deseo de permanecer solo y a una apatía generalizada hacia los demás.
No obstante, hasta que estas personas acaban por encerrarse literalmente en su pequeño cubículo, van cerrando los canales de comunicación de manera gradual. Al principio, comienzan recluyéndose días en su dormitorio, luego semanas y así hasta años. Pasan el tiempo durmiendo, viendo la televisión o ensimismados en el mundo virtual de los videojuegos online.
En la mayoría de los casos, su círculo de amigos es muy reducido o totalmente nulo. Los jóvenes con síndrome del aislamiento social solamente tienen contacto con el mundo exterior a través de los dispositivos electrónicos. Y en afectados de extrema gravedad, incluso carecen de este tipo de interacción online, siendo mayor el ostracismo al que se autosometen.
Alteración de sus ritmos circadianos
El síndrome del aislamiento social provoca oscilaciones temporales en las principales variables biológicas del organismo. Por ejemplo, estos jóvenes duermen durante el día, mientras que la noche la dedican a sumergirse en los videojuegos. En cuanto a las comidas, las realizan a deshoras y con un gran descontrol y desequilibrio alimentario. A menudo, piden a domicilio comida rápida o se nutren de precocinados.
Igualmente, descuidan su higiene personal. Es característico de un Hikikomori que suela acumular basura a su alrededor, por el propio rechazo a salir a la calle o fuera de su habitación, incluso para tirar los desechos de la comida rápida que ingiere.
El papel de los padres
Shinguru es un término japonés que en castellano significa ‘soltero parásito’. Hace referencia a aquellos adultos que viven con sus padres, bajo su tutela y cuidados. Y buscan disfrutar de una vida cómoda que no podrían conseguir por ellos mismos.
Si hablamos de un adolescente y su habitación, la relación con los demás miembros de su casa es prácticamente inexistente. Aunque en algunos casos estos jóvenes atemorizan a sus padres y adoptan conductas agresivas. Otros se muestran profundamente consumidos por la tristeza, que, al persistir en el tiempo, deriva en ansiedad y depresión. En ocasiones, este encierro y una profunda insatisfacción les hace cometer suicidio.
Variantes de Hikikomori
Todos los subtipos del síndrome del aislamiento social tienen en común la reclusión voluntaria del sujeto. Pero no todos los afectados se encierran de la misma manera ni en el mismo grado. En este sentido, hay 4 tipos de Hikikomori:
- Pre-hikikomori: la persona sale al exterior para ir al colegio o a la universidad. Pero trata de evitar en la medida de lo posible cualquier tipo de interacción social.
- Hikikomori social: rechaza trabajar y estudiar, pero consigue tener algunas relaciones sociales, vía internet, mayoritariamente.
- Tachisukumi-gata: muestra una marcada fobia social. Cuando se enfrenta al mundo exterior, el miedo le paraliza.
- Netogehaijin: literalmente traducido como ‘zombie del ordenador’. Estos jóvenes se encuentran completamente aislados y el tiempo que permanecen despiertos lo emplean en el ordenador u otros medios virtuales.
Diferentes hipótesis para explicar el Hikikomori
En la actualidad, se desconocen las causas que explican el origen de esta alteración psicológica. Algunos teóricos consideran que es la propia tecnología la que les hace perder el contacto con la realidad. Otros autores creen que es fruto de una excesiva presión de la familia la que genera su aislamiento. Así, las expectativas que generan sus padres de su futuro les hace perder la comunicación con ellos y, poco a poco, con el resto de personas. También se habla de factores socioeconómicos y económicos.
Este síndrome fue descrito por primera vez en Japón. Por ello, al principio se pensaba que estaba vinculado exclusivamente a la cultura individualista y competitiva japonesa. En este país, los afectados se cuentan por millones. No obstante, durante los últimos años han aumentado los casos de Hikikomori -o similares- en naciones como España, Italia, Estados Unidos, Omán o India.
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